Manejo de la Ira: Cuando las cosas van mal en el trabajo o en casa, no piense como una víctima

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Por Charles H. Elliott, Laura L. Smith, W. Doyle Gentry

Cosas malas, terribles y francamente escandalosas suceden con frecuencia regular en el trabajo, en casa y con amigos. Si tiene problemas para controlar su enojo, debe tratar de no pensar como una víctima. Por ejemplo, la gente es despedida, las parejas se divorcian, los amigos traicionan a los amigos y los niños se portan mal y muestran falta de respeto. A menudo, no hay una razón real para estos sucesos; otras veces, hay una razón, pero la razón se siente injusta. En esos momentos, la gente declara: «¿Por qué yo?»

En realidad, no hay respuesta a esa pregunta. Cuando ocurren malos eventos, es probable que sienta poderosos sentimientos de desesperación o ira y rabia. Esos sentimientos a menudo llevan a las personas a sentirse víctimas del evento injusto o horrible.

Por lo general, las personas que conocen bien a la víctima, tratan de ayudar. Ofrecen consuelo, apoyo y consejo. La víctima se siente un poco mejor con el cuidado y la atención de los demás. Y por un tiempo, esa reacción funciona.

Las culturas de todo el mundo han creado el papel de víctimas y ayudantes por buenas razones. Estas funciones facilitan que las personas puedan dar y recibir ayuda. Sin embargo, con el tiempo, el papel de la víctima cambia hasta el punto de que causa más daño que beneficio.

A medida que la creencia en la victimización continúa, la gente comienza a fijarse en la injusticia de la vida y se enfurece. Su ira crónica les hace sentir impotentes. Incluso pueden sentir que nadie puede ayudarlos lo suficiente.

Es probable que comiencen a desahogarse con sus cónyuges, familiares, amigos o compañeros de trabajo. Estas personas, una vez que las apoyan, se cansan del abuso y se distancian de la víctima. Pero puedes asumir un papel alternativo cuando las inevitables luchas de la vida te empujan al papel de víctima.

Ese papel alternativo es lo que se conoce como un coper. Los policías han estado recibiendo circunstancias injustas o incluso horribles, al igual que las víctimas. Pero en un cierto punto, los copers dejaron ir su dolor, enojo y rabia y comenzaron a avanzar. Buscan maneras de lidiar con lo que les ha pasado y encuentran significado y propósito en sus vidas.

Date cuenta de que dejar ir la ira y concentrarse en seguir adelante no quita nada de la importancia de las cosas malas que te han pasado. Pasar de la víctima a la policía no es fácil. Pero las recompensas de dejar atrás el papel de víctima son enormes. Así que la próxima vez que te sientas víctima de la vida, recuérdate a ti mismo de buscar maneras de sobrellevar la situación.

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